Abel Marín (1972) licenciado en derecho desde 1996 y socio de uno de los bufetes más prestigiosos del país. «Protege tu herencia» es el primero de varios títulos con los que le gustaría hacer llegar a los lectores las experiencias que ha vivido como abogado, y ayudar a millones de familias en un aspecto tan importante las herencias y testamentos.
Me ha parecido súper interesante y tenía mis reticencias porque el derecho utiliza un lenguaje tan oscuro que lo hace difícil, enigmático e incomprensible para los que no sabemos de leyes.
Me ha encantado la cantidad de figuras que existen (totalmente desconocidas para mi): contador partidor, cautela socini, ausencia legal, herencia yacente, CIRBE…todas ellas, figuras que ayudan a que mis deseos se cumplan en su totalidad. Repito, muy interesante.
Mientras leía pensaba ‘esto se lo daré a leer a Pepita’ ‘esto le vendría fenomenal saberlo Carmen’ ‘qué bien le hubiera venido esto a Manolo’ y así he seguido leyendo. Incluso a mi, que deberé retocar mi testamento.
Abel es una autor muy especial: aborda con inteligencia y sensibilidad, temas que suelen ser los detonantes de muchos de los conflictos de familia. En un leguaje sencillo, guía al lector a través del intrincado laberinto de temas que la Ley prevé, y los casos en los que ésta no es específica, aclarando situaciones comunes y preguntas que subyace en el inconsciente colectivo.
Es un libro muy interesante, que va a abrir los ojos a mucha gente sobre lo que les puede venir encima.
El lenguaje es cercano y claro, salvo en algunos párrafos, sobre todo en la parte final dedicada a los impuestos, pero es que hay normas y coeficientes que no veo manera más nítida de aclarar, salvo que estés explicando un caso real a unos clientes y, en el «campo de batalla», se vean nítidos los números exactos. Igual es hasta bueno porque, aunque es una guía práctica, es necesario recordar lo complejo de todo esto y la necesidad perentoria de que un profesional se haga cargo de todo.
Me gusta este libro; es más, me encanta; los temas que trata, la forma en que el autor aborda problemas serios y que parecían no existir, los ejemplos y la didáctica de las situaciones, el tono divulgativo y cercano, los consejos.
La pretensión del autor de servir de ayuda a la gente se cumple con creces porque el lector siempre encuentra en la lectura del libro situaciones parecidas o idénticas a las que le interesan.
Las secciones me parecen equilibradas en cuanto a extensión.
El tratamiento de los personajes ficticios me parece apropiado y el recurso a los mismos para ejemplificar diferentes situaciones que se dan a propósito de las herencias, creo que es de lo más acertado para el común de los mortales que no vivimos de cerca estas situaciones hasta que se nos vienen encima cuando, a lo peor, cuando ya es demasiado tarde.
Para mí, todas las secciones son interesantes, desde el problema de morir sin testamento, el reparto de la herencia, las deudas, los impuestos…
Desconozco si hay algo que quede sin respuesta, aunque asumo que lo que hay que hacer es acudir a un abogado especialista, incluso en el supuesto de que lo tuvieras todo meridianamente claro; por aquello de que por mucho que sepas, es siempre mucho más lo que ignoras.
Hay que hacer caso al autor: Haz testamento
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