Aval personal del contrato de alquiler

En el contexto actual, donde algunos inquilinos pueden alegar estar en situación de vulnerabilidad para evitar el pago de rentas, es fundamental que los propietarios arrendadores tomen medidas adicionales para proteger sus intereses: aval personal del contrato de alquiler.

Una de las estrategias más eficaces es solicitar que personas de la confianza de los arrendatarios avalen personalmente de forma solidaria. Como por ejemplo padres, hermanos o amigos.

De esta manera, en caso de impago, nos aseguramos de cobrar las rentas embargando al avalista, sin necesidad de resolver el contrato de arrendamiento ni desahuciar al ocupante.

El contrato sigue vigente y las mensualidades continúan venciendo.

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Aval Personal del Contrato de Alquiler

Se puede avalar personalmente un contrato de arrendamiento con la renuncia a los beneficios de prelación, orden y excusión. Es decir, aval del contrato de alquiler con carácter solidario.

Sin embargo, es crucial proporcionar al fiador una explicación clara sobre las implicaciones jurídicas y económicas de dicha renuncia. No hacerlo puede considerarse falta de transparencia que podría llevar a la nulidad de la cláusula.

La renuncia a estos beneficios no elimina el carácter subsidiario de la fianza, sino que simplemente permite pactar la solidaridad del avalista o fiador.

Implicaciones de la Renuncia a Beneficios

Supongamos que eres una persona que está considerando avalar a un hermano y a su cuñada en un contrato de arrendamiento. Es decir, comprometiéndote a responder por ellos en caso de incumplimiento.

Ahora, imagina que te dicen que, al avalar, renuncias a ciertos beneficios como el de excusión, que te protege de pagar si el deudor principal tiene bienes suficientes para cubrir la deuda. Esto significa que, si renuncias a estos beneficios, podrías ser requerido a pagar directamente sin importar la situación del deudor.

En términos sencillos, esto sería como si te comprometieras a pagar una multa de tráfico por un amigo, pero renuncias a la posibilidad de que tu amigo la pague si tiene los medios para hacerlo. Esta renuncia implica que tu responsabilidad como avalista es mucho más fuerte y directa, sin posibilidad de excusarte si el deudor no cumple.

Es por ello, que la redacción del contrato de alquiler o arrendamiento debe ser escrupulosa, y aconsejamos que los redacte un abogado especializado en Derecho Inmobiliario.

El avalista en el contrato de alquiler

Reclamación de Rentas sin Resolver el Contrato

En caso de impago de rentas de arrendamiento de vivienda, es posible instar la reclamación de rentas únicamente sin solicitar la resolución del contrato de arrendamiento. Esto significa que el arrendador puede solicitar judicialmente que se paguen las rentas atrasadas sin necesidad de desahuciar al inquilino o cancelar el contrato.

Imagina que eres un inquilino y por alguna razón no has podido pagar la renta de tu vivienda al arrendador. En esta situación, el arrendador tiene la posibilidad de reclamar esas rentas pendientes sin necesariamente tener que pedir la resolución del contrato de arrendamiento.

Es similar a cuando compras algo a plazos y te atrasas en un pago; la tienda puede exigirte ese pago sin necesidad de cancelar la compra completa.

Procedimiento Judicial para Reclamación de Rentas

El arrendador puede iniciar un procedimiento judicial para reclamar las rentas pendientes, lo cual implica que el inquilino deberá hacer frente a esa deuda acumulada por el impago de la renta.

Este proceso legal permite resolver los conflictos de manera específica y sin afectar la continuidad del contrato de arrendamiento.

Derecho del Avalista a Reclamar lo Pagado por culpa de su familiar o amigo

El avalista tiene el derecho de repetir, es decir, reclamar lo pagado a los deudores reales. En el caso de que los avalistas sean padres o hermanos, esto puede tener consecuencias en las futuras herencias.

Si los padres avalan a sus hijos, lo que hayan pagado puede considerarse un crédito frente a los herederos deudores.

En el caso de los hermanos, las deudas que paguen en nombre del deudor pueden cobrarse cuando se herede y haya solvencia.

En otras palabras, si un avalista ha tenido que pagar las rentas impagadas, puede reclamar ese dinero a quien realmente debía pagarlo.

Esto puede afectar la distribución de futuras herencias en los casos de avales de padres a hijos o entre hermanos, ya que lo pagado por el avalista se computará como una deuda que deberá ser saldada antes de repartir la herencia entre los herederos.

Por último, recordemos que los avales también se heredan, con lo cual el impago del avalado afectará a toda la familia en el futuro.

¿Sabías que los avales también se heredan?

No te lo pienses: pide el aval personal del contrato de alquiler.

En general, cuando un familiar avala suele ejercer la presión sobre el inquilino, y se reduce mucho el riesgo de impago. Es lógico, pues sabes que puedes perjudicar a tu propia familia.

Por ello, la mejor manera de proteger tus derechos como propietario arrendador es posible mediante la solicitud de avales personales solidarios y la reclamación de rentas pendientes sin necesidad de resolver el contrato de arrendamiento.

Estas medidas garantizan que puedas cobrar las rentas adeudadas y mantener la estabilidad del contrato con tu inquilino.

Además, el derecho del avalista a repetir lo pagado proporciona una capa adicional de seguridad, asegurando que aquellos que pagaron en nombre de otros puedan recuperar su dinero, incluso en el contexto de futuras.

¿Quieres protegerte como arrendador ante el impago de renta de los inquilinos?

Nuestro consejo es que solicites el asesoramiento profesional de un abogado experto.

Un o una profesional que defienda tus intereses de forma óptima, buscando en la medida de lo posible, un acuerdo con tu cónyuge.

En Marín y Mateo Abogados SLP, contamos con abogados especialistas en Derecho de Inmobiliario, que te orientaremos adecuadamente y aclararemos todas tus dudas.